La mayoría de las picaduras de insectos provienen de avispas, chaquetas amarillas, avispones y abejas, y en los estados del sur la hormiga roja o negra.
La gravedad de una reacción de picadura de insecto varía de persona a persona. Principalmente de un dolor local, hinchazón y enrojecimiento confinados al sitio de la picadura, a reacciones alérgicas más severas que incluye:
- Urticaria generalizada, picazón e hinchazón.
- Calambres abdominales, vómitos, náuseas o diarrea.
- Opresión en el pecho y dificultad para respirar
- Voz ronca o hinchazón de la lengua, garganta o dificultad para tragar.
Una reacción alérgica aún más grave, llamada anafilaxis, puede ocurrir en cuestión de minutos y ser potencialmente mortal.
Existe un 60% de probabilidad de tener una reacción similar o peor si una persona tuvo una reacción alérgica previa.
El tratamiento a largo plazo de la alergia a los insectos se llama inmunoterapia con veneno, un programa altamente eficaz administrado por un alergista (especialista en inmunología y alergias).