…más de la Dra. Dana Wallace…
El control de la caspa de animales
Contrario a lo que la mayoría de gente cree, las alergias a las mascotas no se debe al pelo del animal sino a una proteína que se encuentra en la saliva, la caspa (escamas de piel muerta) u orina de un animal con pelo. Estas proteínas son transportadas en el aire en partículas muy pequeñas, invisibles, que pueden aterrizar en el revestimiento de los ojos o la nariz, o ser inhaladas directamente a los pulmones.
Los gatos y perros producen una cierta cantidad de alérgenos por semana, y esta cantidad puede variar de animal a animal. Todas las razas son capaces de desencadenar síntomas, no hay razas “hipoalergénicas” de gatos o perros. Sin embargo, ahora se sabe que los gatos y perros machos que no han sido castrados pueden ser más alergénicos que las hembras.
Si usted no puede evitar ser expuesta al animal que le produce alergia entonces trate al menos de minimizar su contacto con este. Lo más importante es mantener a la mascota fuera del dormitorio y otras habitaciones en las que las personas con alergias pasan gran parte del tiempo. Algunos estudios han demostrado que bañar a los perros y gatos semanalmente puede reducir la cantidad de alérgenos que se desprenden en la casa; aunque este tema sigue siendo causa de debate. Si va a bañar a su mascota regularmente, recuerde primero consultar con su veterinario sobre cómo cuidar de la piel del animal para prevenir la resequedad. Además, pida que un familiar no alérgico cepille el pelo de la mascota afuera de la casa para deshacerse del pelo suelto y los alérgenos. La caspa y la saliva son la fuente de alérgenos de los gatos y perros, pero la orina es la fuente de alérgenos de los conejos, hámsters y cobayas (guinea pigs); pídale a un familiar no alérgico que limpie la jaula de estos animales.
Los alérgenos producidos por los animales pueden acumularse sobre todas las superficies horizontales e incluso verticales del hogar. Sus colchones y cojines deben ser cubiertos en forros plásticos con cierre para evitar la acumulación de alérgenos. Aspirar la alfombra no es eficaz en la disminución de los alérgenos de animales, ya que no limpia los niveles más profundos. De hecho, esto puede agitar las pequeñas partículas de alérgenos que pasan derecho por la aspiradora; usar filtros HEPA o doble bolsa puede ayudar. Al igual que con los ácaros del polvo, la mejor solución es tener un piso de madera, baldosa o linóleo. Reemplace la ropa de cama y alfombras que ya estén impregnadas de caspa animal. Puede tomar semanas o meses para que las telas contaminadas de alérgenos se depuren; los alérgenos de animales pueden quedarse por periodos de un año o más después de que el animal haya sido retirado. Los estudios más recientes demuestran que el hacer uno o dos cambios pueden no ser suficientes. Múltiples cambios ambientales son necesarios antes de poder ver una mejoría significativa en personas con este tipo de alergias.
Cuando la mascota “se queda” y los cambios ambientales no son suficientes
La inmunoterapia o “inyecciones para la alergia”, es un procedimiento médico que consiste en la administración repetitiva y gradual de alérgenos a un paciente sensible a ellos, en cantidades crecientes durante varios años, con la intención de lograr su tolerancia. Este tratamiento se recomienda a las personas que no responden bien al tratamiento con medicamentos, sufren efectos secundarios a los medicamentos, cuyo contacto con el alérgeno es inevitable, o desean una solución más permanente a su problema alérgico. La inmunoterapia puede ser bastante eficaz en el control de síntomas alérgicos. La inmunoterapia puede ayudar a prevenir el desarrollo de alergias a nuevos alérgenos, y disminuir el riesgo a desarrollar asma en pacientes con rinitis alérgica. No es recomendable la inmunoterapia para personas con rinitis pura, no alérgica. Estas inyecciones también pueden ser muy eficaces en ayudar a controlar los síntomas alérgicos causados por la caspa de los gatos y perros.